La tarjeta es uno de los elementos más delicados de una acción de marketing.
Siempre he procurado huir de distintas acciones comerciales que considero erróneas de base.
Es decir, roll ups y elementos donde aparezca el nombre del mago por todos los lados con el número de teléfono, redes sociales y otros… me parece cuando menos… horroroso y poco delicado. Aparte de que rompen el escenario con elementos que son inútiles y que dan una visión más de carrera de bólidos que de espectáculo de magia.
No voy a engañar a nadie.
Eso me parece casi hasta de una farándula, en el estricto sentido despectivo de la expresión. Con lo bonita que es la farándula para malograrla de este modo, pero bueno.
Sin embargo una tarjeta, me parece prodigioso.
Hay acciones de marketing que se pueden realizar en un espectáculo de ilusionismo, que por ende, son muy buenas debido a su espectacularidad, y que no tienen nada que ver con el típico cartelito al fondo del mago.
Pero centrate Diego, que te pierdes…
Las tarjetas son uno de los elementos más importantes. Porque dentro vas a poder poner tu nombre artístico, el contacto, las redes sociales… en fin, que es un dossier andante.
Pero la tarjeta tiene que transmitir seguridad, para ello tiene que tener buen gramaje, si puede ser que sean hasta de madera. Una buena tarjeta transmite seguridad y profesionalidad, y solo en el acto de entregarla, ya indica bastantes cosas. Que no se doble, que se vea en material noble y bueno, que no se manche a la mínima… Son características a valorar positivamente.
La primera es que te has gastado dinero en tu cliente, porque la tarjeta lo vale, se nota. Y cuando la entregas, no solo das la información, sino un valor. Para que sirva de ejemplo practico sobre la necesidad de los físico, en su momento estuve trabajando para un Buffet de abogados, que se encargaban de hacer las protecciones de datos, y en ese momento haciamos una visita extra después de la venta para entregar el cd con la protección de datos, otros entregaban un carpesano con el documento de la agencia impreso en papel… A lo que voy a es a la necesidad de lo físico, puesto que el cliente ha pagado 300, 400 euros por un servicio, y el hecho de tener algo físico, gana. Y el archivo era un pdf que podíamos enviar por email perfectamente.
Cuando entregamos la tarjeta se produce una sensación similar. Entregamos algo físico que tiene un valor intrínseco para el cliente.
La segunda es que la tarjeta puede valer para más cosas que para guardarla, puede servir para marcar un libro, por ejemplo.
Incluso puedes usar las tarjetas como entradas. O hacer un efecto de magia con ellas al espectador al que saques. Os dejo unos ejemplos de acciones que considero buenas a la hora de gestionar este tipo de acciones, no todas son la propia acción de entregar la tarjeta en sí:
- Jeff McBride regala al niño que saca al escenario un set de magia suyo. Eso es una genialidad.
- Max Verdié usa en uno de los efectos del inicio del espectáculo unas tarjetas y lápices donde aparecen sus datos. Idem.
- Oscar Escalante tiene un efecto que usa en mitad del espectáculo de fallo aparente y lo usa para publicar una foto en twitter con la resolución. De aquí matizo que no es mi estilo, pero al que le cuadre, perfecto. No es la entrega de una información, pero el uso de la red social como una acción comercial intrínseca me parece suficientemente bueno.
- Miguel de Lucas realiza un efecto en el que entrega unos papeles al público donde aparecen sus datos, y debido al componente emocional que tiene dicho efecto (una versión de El Rito de Woody Aragón), la gente se guarda esos papeles rotos de recuerdo, y por lo tanto los datos de contratación.
He citado estos ejemplos para que no hagáis lo que se ve por todos los sitios de poner los datos en el maletín, o en el fondo del escenario.
Dentro de la tarjeta y del propio gramaje del papel, está el propio diseño.
No vale con poner el logotipo y el teléfono, hay que ir un poco más allá. Una buena idea es hacer un qr que sea de contacto, al escanearlo lo que hará será incluirse el contacto en la agenda de la persona que lo escanea. También tenemos que pensar que el papel tiene al menos dos caras sobre las que se puede imprimir.
Los datos que tiene que tener una tarjeta son simples, pero es importante el tener en cuenta para ver qué es lo que nos interesa transmitir:
- Nombre.
- Teléfono.
- RRSS (prescindible).
- Enlace Web (prescindible).
- Email.
- qr de contacto (con todos los datos, algunos que incluso no nos caben en la propia tarjeta).
Quizás si somos un cartomago es buena idea imprimir barajas de cartas con el dorso de bicycle o tally-ho y en la cara con nuestro nombre y teléfono, además del email.
Lo que está claro es que necesitas que te puedan contactar de algún modo, por eso es importante tener claro cómo te van a contactar. Es importante además que si tienes algún convenio con alguien que haga el canal de venta, que el contacto sea el de esa persona, para que la gente le contacte a él, tu solo te preocupas de actuar y él de vender el espectáculo.
Al final es buscar el modo de encontrar como ser reseñable, y que la entrega de la tarjeta no caiga en agua de borrajas.
Os dejo unas cuantas ideas de tarjetas de visita creativas que he encontrado en pinterest y que son muy interesantes de estudiar.
Como se puede ver la tarjeta es algo muy interesante de estudiar, no es solo el hecho de tener los datos, sino de transmitir una emoción al recibirla, lo cual deja una marca que trasciende en el tiempo.
Imágenes usadas:
«Calling Card» por saaleha licencia CC BY