El otro día estuve viendo unos vídeos de ilusionismo, algunos antiguos, 1920 y similar.

Otros nuevos.

Los videos antiguos se grabaron, seguramente, porque eran la novedad.

Ya hacíamos el salto de manivela,es decir desapariciones en pantalla al estilo de Meliés.

Hacíamos desaparecer las cosas de manera muy lineal, tapo un perrito con un trapo y desaparece, y así.

Eran demostraciones puras y duras.
Luego había también actuaciones grabadas, una maravilla por cierto, gracias a eso tenemos el especial de Cardini de 1957. Y para depende que trabajos, pues es una maravilla el poder ver esta magia, cuasi arqueológica.

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La verdad era que el que quería la información tenia que acercarse al circulo, o al grupo de magos del lugar, que encima eran pocos, para poder acceder a los secretos.

Llevándolo a día de hoy, un archivo esta solo a un click de compartirse.

Y esa información ha perdido el valor que se le otorgaba.

O aparentemente lo ha perdido. En realidad tiene el mismo valor que hace años, o que pasa es que mientras antes, toda la información que llegaba era tratada como algo excepcional y único (por su alta demanda y su baja oferta) hoy día es al contrario (hay muy poca demanda, en realidad la demanda casi ni existe, pero la oferta es altísima)

Si nos paramos a pensar en cuantas conferencias se hacen a lo largo del año en territorio nacional  online, en cuantos libros salen a lo largo del año, en el número de festivales… La cifra es bastante alta.

Sin embargo, pese a eso, la demanda en realidad es baja, puesto que hay festivales, conferencias y otras ofertas que son cometas, salen y se van.

Es entonces cuando hay que tener cuidado con los distintas fuentes de información y que sea veraces o al menos de calidad. Aunque a veces haya que arriesgarse un poco.

Por eso creo que pararse a veces a mirar que se aporta o ver actuar a alguien, o oírle hablar para conocer un poco de su trabajo es más fructífero que comprar un dvd, donde a saber lo que se mete. Lo que está claro es que hay firmas que son de calidad, un Rubiales, un Miguel Angel Gea o un DaOrtiz sabes que nunca va a defraudar, cada uno con sus aciertos y desaciertos, que esta última parte es más culpa nuestra que suya, porque somos nosotros los que ponemos una expectativa concreta a la hora de esperar un trabajo.

De todos modos lo más importante de este tipo de consumos es saber que es lo que se busca. Hay muchos dvd o libros que salen por salir, por la necesidad de que salga, simplemente por estar en mercado. Pero hay otros que salen con un motivo, con un trasfondo, esos son los interesantes de conseguir y los que marcan el antes y el después de todo.

La exigencia que le hagamos a un libro o a un dvd o a un mero efecto de magia comprado, y encapsulado es lo que hace que el mercado crezca en calidad, que es lo que interesa, y dejar lo que menos calidad tiene, un poco, de base, pero sin más incidencia que esa.

Uno de los problemas que ha existido siempre es el de el rigor editorial, antes para que te publicaran un libro había que ser y tener algo, igual era demasiado estricto en ese sentido el modus operandi de la cuestión, pero ahora hemos pasado al otro lado, donde la autoedición se ha impuesto por encima de todas las cosas, sin la figura del editor, que la veo necesaria, porque siempre que se hace un trabajo artístico o académico tienes que tener alguien que desde fuera de la caja te diga, vas por buen camino, o vas por mal camino… Y claro, eso a los magos, nos cuesta mucho de asumir, al fin y al cabo, a quien no se le sube la varita a la cabeza…

La conclusión al final es que el video o el libro tiene que venir de la mano de algo detrás, el ganar un premio (a veces si, el premio sirve para algo) en algún concurso valido, el haber visto al mago y que nos guste, o situaciones similares, y entonces tendrás algo interesante de ver.